📢 2. Mensaje (discurso)
Es el contenido que se transmite: las palabras, ideas, emociones y argumentos que forman el discurso del emisor. En la retórica aristotélica, el mensaje debe ser:
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Claro: fácil de entender, sin ambigüedades.
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Adecuado al público: adaptado al nivel de comprensión, cultura y emociones de la audiencia.
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Estructurado: con una introducción, desarrollo y conclusión bien definidos.
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Persuasivo: su objetivo no es solo informar, sino convencer.
Aristóteles veía el discurso como una herramienta poderosa para influir en el comportamiento, en las decisiones y en las opiniones de los otros.
🎯 3. Receptor (audiencia o público)
Es quien recibe el mensaje y a quien se quiere influir. Para Aristóteles, el receptor es crucial porque la eficacia del mensaje se mide por el impacto que tiene en él.
Características del receptor en este modelo:
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Tiene emociones, creencias y prejuicios que pueden facilitar o bloquear la recepción del mensaje.
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No es pasivo: el mensaje debe estar diseñado para captar su atención y moverlo hacia una acción o una postura.
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El emisor debe conocerlo bien para adaptar el discurso: nivel educativo, contexto social, intereses, valores, etc.
En última instancia, si el mensaje no logra convencer al receptor, la comunicación ha fracasado, según la visión aristotélica.
✨ Características generales del modelo:
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Es unidireccional: va del emisor al receptor, sin retroalimentación directa (no hay "respuesta" inmediata como en los modelos actuales).
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Tiene un énfasis en la persuasión: no busca solo transmitir información, sino influir en la forma de pensar o actuar del otro.
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Se da en contextos formales o públicos: discursos políticos, jurídicos, educativos, religiosos, etc.